El comienzo de la temporada de las Carreras de Clásicas siempre está marcado por un evento especial: Las Tandas de Moclava. En ellas, los pilotos de las motocicletas clásicas pueden hacer las pruebas necesarias para asegurarse del rendimiento y la fiabilidad de sus máquinas. Si alguien desarrolla un prototipo, suspensiones, quiere probar un nuevo motor…etc, este es el mejor sitio. Se tiene tiempo y tranquilidad en el desarrollo, y si algo no está a punto, se espera uno a la siguiente tanda. No hay prisa porque la pista está allí a tu disposición durante la mayor parte del día. En las competiciones suele haber un entrenamiento libre, otro cronometrado y la carrera. Hay otras carreras en el circuito y el tiempo manda. Todo pasa deprisa. Esto es algo parecido a los entrenamientos del IRTA en motogp, salvando las distancias, naturalmente.
Un año más asistí con unos amigos que deseaban probar sus motos: Ignacio con su Bultaco Mercurio 250 y Javier con su Ossa 250 y la nueva Ducati 350 que pensaba estrenar. Dos pilotos con tres motos diferentes, y con objetivos también diferentes para cada una de ellas. La Bultaco volvía a la pista después de un grave accidente por avería mecánica en el Circuito de Cartagena la temporada pasada. La Ossa, que nunca compite por sus características técnicas, debería ponerse a punto y reglar suspensiones. La Ducati está recién construida por su dueño y piloto, necesita muchos ajustes iniciales hasta alcanzar sus máximo rendimiento.
Así pues, a primera hora de la mañana cogimos el arrancador (construido con medio escúter), lo cargamos en la furgoneta junto a las motos y pusimos rumbo al Circuito de Albacete. El tiempo no daba buenas sensaciones, a simple vista se podía ver que no iba a ser bueno. Ya las previsiones meteorológicas vaticinaban lluvia y, efectivamente, al llegar sacamos el paraguas y nos metimos en un box. Todas las tandas iban a ser en mojado.
Allí, como siempre, los amigos. El reencuentro después de un largo invierno. Sonrisas, secretos, chismes, noticias, curiosidad, cotilleo…etc. Es el momento supremo del que ha estado trabajando en un nuevo proyecto. Los secretos del taller y las nuevas motos afloran bajo la reprimida sonrisa del dueño. Ante su aparente seriedad, el afortunado propietario quisiera gritar a sus compañeros: -“Mirad lo que tengo” – “Mirad lo que he hecho”. Es el momento del reconocimiento, de presumir. Luego la pista y el crono, como siempre, nos pone a todos en nuestro lugar. A pesar de todo este gran momento es irrepetible.
Después de la correspondiente acreditación ante Paco González y su mesa de playa llena de papeles nos metimos en un box con algunos amigos mas. Varias incidencias iniciales nos retrasaron un poco. La cuba del arrancador se desbordaba, la Bultaco necesitaba un desarrollo mas largo…etc. Todo subsanable fácilmente.
Primera tanda y primeros ajustes, la Bultaco va muy fina, y la Ducati no lleva el emulsor adecuado por lo que no gira redonda…..
Un año más asistí con unos amigos que deseaban probar sus motos: Ignacio con su Bultaco Mercurio 250 y Javier con su Ossa 250 y la nueva Ducati 350 que pensaba estrenar. Dos pilotos con tres motos diferentes, y con objetivos también diferentes para cada una de ellas. La Bultaco volvía a la pista después de un grave accidente por avería mecánica en el Circuito de Cartagena la temporada pasada. La Ossa, que nunca compite por sus características técnicas, debería ponerse a punto y reglar suspensiones. La Ducati está recién construida por su dueño y piloto, necesita muchos ajustes iniciales hasta alcanzar sus máximo rendimiento.
Así pues, a primera hora de la mañana cogimos el arrancador (construido con medio escúter), lo cargamos en la furgoneta junto a las motos y pusimos rumbo al Circuito de Albacete. El tiempo no daba buenas sensaciones, a simple vista se podía ver que no iba a ser bueno. Ya las previsiones meteorológicas vaticinaban lluvia y, efectivamente, al llegar sacamos el paraguas y nos metimos en un box. Todas las tandas iban a ser en mojado.
Allí, como siempre, los amigos. El reencuentro después de un largo invierno. Sonrisas, secretos, chismes, noticias, curiosidad, cotilleo…etc. Es el momento supremo del que ha estado trabajando en un nuevo proyecto. Los secretos del taller y las nuevas motos afloran bajo la reprimida sonrisa del dueño. Ante su aparente seriedad, el afortunado propietario quisiera gritar a sus compañeros: -“Mirad lo que tengo” – “Mirad lo que he hecho”. Es el momento del reconocimiento, de presumir. Luego la pista y el crono, como siempre, nos pone a todos en nuestro lugar. A pesar de todo este gran momento es irrepetible.
Después de la correspondiente acreditación ante Paco González y su mesa de playa llena de papeles nos metimos en un box con algunos amigos mas. Varias incidencias iniciales nos retrasaron un poco. La cuba del arrancador se desbordaba, la Bultaco necesitaba un desarrollo mas largo…etc. Todo subsanable fácilmente.
Primera tanda y primeros ajustes, la Bultaco va muy fina, y la Ducati no lleva el emulsor adecuado por lo que no gira redonda…..
Pasan las tandas sin nada a resaltar por nuestra parte, pero siempre en mojado. Hay algunas caídas, sin incidencias destacables. Una de ellas afecta a Paco Román y su Suzuki Bimota al final de la recta. Por las noticias que tenemos, sin consecuencias físicas, aunque la moto queda maltrecha. Al mediodía deja de llover pero la pista sigue mojada. Todo lo que queríamos probar se ha probado y se han detectado algunos detalles a mejorar que solo se localizan en un circuito. Ha sido un día fructífero. Recogemos y nos vamos a comer al bar del Circuito de Albacete. Después de la comida nos despedimos de los amigos y vuelta a casa.
José Luis Gómez
Tandas Circuito de Albacete 07/03/2010
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